Soy hijo del gran río de " La Magdalena " como lo llamaron los españoles; al que prefiero llamar El Magdalena. Mi padre -para muchos el Capi Otero- navegó durante muchos años por sus aguas cuando trabajaba para la empresa petrolera " Esso " en Colombia y me contaba leyendas, unas agradables y otras no tanto, sobre ese río. Fue él quien me habló del " David Arango ", un barco a vapor de la naviera colombiana y del capitán Loaiza. De lo majestuoso y placentero que era viajar en él. No envidiaba nada a un cinco estrellas de cualquier hotel de lujo de nuestro tiempo. Hacía el trayecto Barranquilla-la Dorada y viceversa. Desapareció desgraciadamente envuelto en llamas, un 17 de febrero de 1961. Y con él la navagación a vapor sobre las aguas del Magdalena.
Quiero rendir un homenaje a esos hombres y mujeres que con su trabajo, la mayoría de las veces agotador-llenaron de leyendas las páginas del gran libro sobre la historia de la navegación en Colombia.
Este será siempre el punto de partida de mi vida y de este blog. Sin embargo, en él quiero dar cabida a todo lo que, de alguna manera, ha sido parte de mi propio trayecto personal. De mis inquietudes, reflexiones, conclusiones, dudas, esperanzas, sueños. De este lugar metafórico que será el río, correran como afluentes ideas sobre Ecología, Derechos Humanos, grupos Étnicos... Os invito a acompañar estas palabras con otras muchas.